Hemos pasado por cientos de modas con respecto al sol. No hace demasiado tiempo tener la piel blanca era indicativo de pertenecer a la alta alcurnia, a una clase social alta y, por tanto, estaba de moda. La clase obrera se pasaba las horas al sol, trabajando, y se ponían morenos enseguida y eso no era «cool» en el s.XVI, ni en el XVII, ni en el XVII, por eso las mujeres de la alta sociedad se cubrían con bonitas sombrillas decoradas son bordados y encajes mientras paseaban bajo el sol. Ahora, en lugar de eso preferimos los toldos pero al fin y al cabo es lo mismo. En casa hemos confiado en esta tienda de toldos de Barcelona para que nos hiciese toda la instalación y este verano podremos disfrutar de comer al aire libre sin morirnos de calor.
¿Y por qué ahora ya no está tan de moda ponernos morenos? Muy sencillo, por salud. Ya no es tanto la moda como el hecho de que actualmente somos conocedores de los daños que los rayos solares pueden causarle a nuestra piel sino tenemos el suficiente cuidado.
Yo, por muy coqueta que sea, no pienso arriesgar mi salud o la de mi familia por estar un poco más morena por eso uso protección solar alta, me llevo la sombrilla a la playa siempre que me es posible e instalo toldos y pérgolas en mis casas de campo. No se trata de privarte del sol sino de tomarlo con cuidado y siendo conscientes de sus beneficios y de sus peligros.
Y las modas siguen cambiando
Sin embargo, entre esos años donde estar moreno era sinónimo de ser obrero y la época actual, hemos pasado también por momentos donde las mujeres se tendían al sol, como pollos asados dando la vuelta, e intentaban ponerse lo más “negras” posible. Estar morena, hace poco tiempo, significaba estar guapa y radiante en verano y desde que aparecieron las cabinas de rayos UVA hay muchas mujeres que intentan mantener ese moreno durante todo el años.
Luego, poco después, empezaron a aparecer cremas y parches bronceadores que te ponen morena en minutos. Son como tintes que colorean tu piel de un tono más oscuro intentando darte ese toque moreno que no has podido conseguir bronceándote en la playa o en tu terraza, bien por falta de tiempo o porque no tienes acceso a ella y, al final, lo que estamos haciendo es maltratar nuestra piel con químicos, con demasiada exposición al sol y con tendencias que lo único que hacen es dañar nuestra salud. De hecho, hay cientos de jóvenes, hombres y mujeres, que han ido adquiriendo una especie de adicción a los rayos solares que les han provocado, además de un aspecto horrible, enfermedades como melanomas, cánceres, envejecimiento prematuro, etc.
Porque esa es otra, el sol va a modas en nuestra sociedad pero dejando a un lado la salud todas aquellas personas que antepones su físico deberían saber que demasiada exposición solar acelera el envejecimiento de la piel.
La luz del sol es el factor más importante del envejecimiento de la piel. De hecho, una exposición prolongada al sol durante años provoca repercusiones como el envejecimiento prematuro de la piel: aparecen numerosas arrugas, profundas y marcadas, las manchas marrones se multiplican y la piel se vuelve menos flexible. La piel se seca y se deshidrata. Las zonas descubiertas como el rostro, que suele ser el más afectado, las manos y los brazos, son las que más sufren este proceso. Y deben tener especial cuidado las personas de piel clara porque tienen menos cantidad de melanina y, por tanto, son más propensas a sufrir quemaduras y otros problemas en la piel producidos por el sol.