Los que llevamos una vida saturada de trabajo, saturada de quehaceres en el hogar, quedadas con familiares o amigos todos los fin de semana, sin poder descansar de la saturación que hemos tenido en el trabajo, sabemos perfectamente cómo todo esto puede verse reflejado en nuestro aspecto físico, y por su puesto en lo que la parte mental se refiere. El cansancio se refleja en cómo reaccionamos, por ejemplo, cuando se acerca la hora de la cena y ya estamos bostezando y con la carilla de querer ir a dormir, mientras tus amigas sieguen abriendo botellas de champán para celebrar el cumpleaños de una de ellas. Y cuando te dicen eso de: uy, qué mala carilla traes. Mala carilla no, es que no me dejan descansar del trabajo, siempre tengo que hacer cosas, y claro si dices que no vas a alguna quedada familiar o de amigos, la rara eres tú. Pues, ¿sabéis qué?, ¡no puedo más!. Y es por esto por lo que en Semana Santa me voy a ir al que para mí es el mejor hotel de Barcelona, yo sola, sin mi marido, que él se quede en casa cuidando de los niños y haciendo los quehaceres, porque yo esos días dimito. Necesito tiempo para mi. Porque las ojeras cada vez son más oscuras, y el deterioro físico se va notando ya, y todo porque no puedo descansar completamente.
UN VIAJE DE RELAJACIÓN
Por esto, he decidido coger el mejor hotel de esa gran ciudad, porque ya he estado más veces allí por viaje de negocios, y es un hotel fantástico, donde el trato del personal es estupendo y muy agradable. Están siempre pendientes de que no me falte de nada, tienen las habitaciones con una limpieza impecable. Y bueno, la decoración fantástica. Como saben que soy una cliente habitual, siempre me tienen alguna sorpresa de bienvenida en mi habitación: un ramo gigante de flores, una botella del mejor vino que haya, una cesta gigante llena de productos de calidad… en fin que siempre es un placer ir allí. Pero esta vez voy a ir sola, sin que sea viaje de trabajo, yo sola conmigo misma, y pienso no hacer absolutamente nada. Descansar en el hotel, darme sesiones de belleza y relax, y caminar con mi propia compañía, por Barcelona y la playa. Veré alguna procesión si el tiempo me lo permite. Se que parece un poco egoísta que me vaya yo y deje a mi marido con los niños, pero no os preocupéis que ya tienen organizadas un montón de cosas para hacer y visitar, de hecho fue mi marido el que me lo dijo, que necesito descansar y estar a solas, en paz y armonía conmigo misma.
Y es que durante mi estancia allí, os voy a contar varias cosas que tengo preparadas para hacer, o mejor dicho que me hagan, para cuidar y mimar mi piel y mi cuerpo en general vaya. Hablé con uno de los gerentes del hotel, y me van a dar un servicio de masajes y de sesiones de belleza, en mi propia habitación, durante las mañanas de mi estancia allí. Así tendré las tardes libres para ir a pasear o a hacer lo que quiera.
Empezaré con una buena sesión de masaje descontracturante y relajante, vendrá el masajista con su camilla portátil a la habitación a hacérmelo. El segundo día va a venir una mujer para hacerme la cera, en todas las partes del cuerpo, y me va a hacer también un peeling, tanto de la cara como del cuerpo, y me pondrá varias mascarillas para ayudar a mi piel a que respire, se hidrate, y se vea como nueva. ¡Sobre todo me importa la parte ojeras!. El tercer día vendrá otra mujer a hacerme más sesiones de belleza, que me ayudarán a disminuir estas horribles ojeras, y a tapar las arruguitas que ya se van viendo. Y el cuarto día me han dicho que me tienen una sorpresa, a parte de venir a maquillarme y a enseñarme trucos para tapar un poco las imperfecciones del rostro. Tengo unas ganas ya… !Buena propina les voy a dejar!
Como el tiempo y el cansancio no pasa delante nuestro de largo, os recomiendo que de vez en cuando os dediquéis tiempo para vosotros mismos.