A pesar de su auge y desarrollo en los últimos años, la cirugía estética sigue siendo hoy en día uno de los campos médicos que mayor contraposición de opiniones genera.
El objetivo de la cirugía estética es mejorar el físico de una persona, bien sea por problemas congénitos o por meros deseos de eliminar lo que para alguien puede considerarse una imperfección física. ¿Es lícito negar a alguien la posibilidad de mejorar su rostro o su cuerpo a pesar de que para lograrlo deba someterse a una operación, si con ello puede mejorar su autoestima o simplemente aceptarse más gratamente? La respuesta parece no poseer un carácter universal y depender de cada uno.
Lo más importante de todo es tener claro el objetivo por el que una persona decide someterse a una operación de estética. Puede que modificar una nariz aguileña o un pecho pequeño nos haga sentirnos mejor, pero lo que nunca debemos olvidar es que en ningún caso eso garantiza que la relación con nuestro entorno y la situación social en la que nos encontremos vaya a verse modificada. Como recomiendan ciertos cirujanos, no debemos ver en la cirugía plástica una solución para un problema de carácter social, ni pensar que al cambiarnos vamos a lograr ser una persona diferente.
Numerosos han sido los casos de problemas derivados por implantes mamarios en mal estado o elaborados con componentes ilegales. De entre ellos el más famosos fue el de las prótesis PIP, elaboradas en Francia, que afectaron a mujeres de diversos países. Por ello es adecuado ponernos en las manos de los mejores especialistas. Informarse sobre la formación recibida del profesional que nos va a tratar y asegurarnos de que posee los conocimientos necesarios para realizar una cirugía de este tipo, resulta algo fundamental a la hora de decidirse por una clínica u otra. Los años de experiencia y el prestigio de los médicos son elementos claves que no deben pasarse por alto. No es momento de buscar el mejor precio o la oferta más llamativa, sino al mejor cirujano plástico de España, si hace falta.
La mayoría de las cirugías estéticas suponen una intervención breve con un periodo corto de convalecencia. Además se realizan sobre personas sanas, lo que hace que el índice de complicaciones sea muy reducido. A pesar de ello, un buen profesional deberá informar en cada momento de los riesgos posibles a los que se expone el futuro paciente según cada operación y el historial médico del mismo, así como de las precauciones y cuidados necesarios una vez pasada la operación.
Llevando estas sencillas indicaciones a la práctica, una vez convencidos de nuestra decisión, aseguraremos que nuestro paso por el quirófano sea mucho más seguro y exitoso.