Hoy vamos a ponernos algo serios porque de vez en cuando hay que recordar al mundo que las mujeres no estamos seguras en casa, ni salimos seguras a la calle, ni hacemos nada con total seguridad ningún día del año. Hay que dejar claro que nadie está seguro en ningún sitio, ni hombre ni mujer, porque en cualquier momento alguien puede querer hacernos daño por cualquier motivo, desde un atraco hasta una persona con ganas de pelea que te ha encontrado a ti por el camino. Eso es así, no vamos a negarlo, pero además de ese peligro que todos tenemos a diario, la mujer sufre un peligro añadido, y es que el acoso sexual, las violaciones y el asesinato se siguen viendo demasiado en nuestra sociedad y por mucho que haya quien no quiera verlo, somos las mujeres quienes más los sufrimos.
Violaciones individuales y grupales a jóvenes que a veces son prácticamente niñas, y por supuesto a mujeres de todas las edades, acoso sexual y machismo en todas partes. Secuestros, asesinatos… ¿sabéis cuántas noticias de este tipo aparecen en los medios de comunicación cada día a nivel mundial? A puñados, y en España también ocurren, por supuesto.
La teoría dice que como este año hemos estado casi dos meses en confinamiento, deberían haber habido menos casos ¿verdad? Aunque esto haya acuciado aún más la violencia machista en el hogar, pero ese es otro tema. Pues según Europa Press, en el primer trimestre del año se han registrado 428 violaciones con penetración, y a eso habría que sumarle el resto de abusos. El Confidental tituló así el artículo al respecto: “Las violaciones aumentan casi un 14% en el primer trimestre de 2020”. Pero, ¿cómo es eso posible?
Obviamente mi raciocinio me dice que apele a la ética, la moral y la bondad del ser humano para preguntarme cómo es posible que en pleno siglo XXI y con la información, y educación, que todos debemos tener supuestamente, siga aumentando el número de violaciones en nuestro país. Siempre hay locos, siempre hay abusadores y siempre hay gente mala por el mundo, pero estamos hablando de 428 violaciones, no son 5 violaciones cometidas por el mismo perturbado, ni 20 violaciones cometidas por 20 perturbados, hablamos (y lo digo de nuevo) de 428 violaciones en tres meses. Pero es que además de todo eso, además de lo que debería ser lógico pensar, es que hemos estado confinados desde mediados de marzo por lo que, en teoría, no hablamos de tres meses de calle y delitos en calles oscuras al anochecer, eso como mucho han sido dos meses y medio porque el otro medio mes estuvimos todas en casa, con nuestra familia. Hablamos, por tanto, de dos meses y medio de violaciones en cualquier espacio y de medio mes de violaciones en el ámbito familiar y yo, como todas, cada vez tengo más miedo al respecto.
Hoy en día sale muy barato la violación pero no voy a pedir a la justicia más mano dura y más penas para los violadores y abusadores de nuestro país porque eso ya se da por hecho que se está intentando conseguir, a pesar de lo que piensen algunos jueces demasiado retrógrados que siguen creyendo que la culpa siempre es de la joven que iba en minifalda e incitó a los jóvenes a cometer esa atrocidad, lo que pido es educación sexual en las escuelas, educación en valores y por supuesto una buena educación en casa.
Al niño, desde pequeño, hay que enseñarle a respetar a la niña, y viceversa. No se trata de que ellos tengan que quedarse quietos si una niña les pega jugando, si somos iguales lo somos para todo ¿no? Está claro que no se debe pegar, y eso es lo que hay que enseñarle tanto al niño como a la niña y cuando hablo de respeto hablo de no hacerle a una niña, o a un niño, lo que no quiere que le hagan. Y por supuesto lo mismo ocurre a todas las edades.
A nuestra sociedad le falta educación en todos los sentidos, y más aún educación sexual, porque no es posible que un grupo de 4 o 5 chavales lleguen a pensar que es divertido abusar de una niña de 15 o 16 años (o de la edad que sea) porque, y me repito, siempre habla gente mala, gente perturbada, gente enferma, pero no lo son esos chavales o al menos no lo son todos los del grupo y aun así cometen esa atrocidad.
He leído que Chile ha grabado una serie de 8 episodios cuya base es ejemplificar, mediante el caso de una joven de 17 años secuestrada y violada por un grupo de hombres que suben a Internet el video de esa violación, la incoherencia de nuestra sociedad (que tampoco es tan diferente a la de Chile aunque muchos quieran pensar lo contrario). La serie se llama “La Jauría”, no la he visto, pero por lo que he leído creo que debería verla toda la población.
Y mientras que intentamos conseguir una generación de gente sana, gente que entienda que la violación y el abuso no es divertido, gente que llore cuando sepa que a alguien le ha sucedido algo así y no se ría pasando el vídeo que han hecho viral en Internet, hasta entonces no nos queda otra que protegernos y defendernos de quienes quieran hacernos daño.
Productos y clases de defensa personal
Hay quien piensa que si te ocurre algo así es mejor no resistirse para que pase pronto y no te hagan más daño del que ya te van a hacer de por sí y yo pienso que el que dice eso no tiene dos dedos de frente. Para empezar, la mujer que se encuentra en esa situación no sabe si el hombre, o los hombres que tiene enfrente van a abusar de ella y dejarla ahí tirada o si cuando se cansen van a matarte y enterrar tu cadáver así que eso ya cae por su propio peso, pero es que además es una barbaridad pensar que una mujer no pueda intentar defenderse de sus atacantes, sea cual sea el ataque que van a cometer.
Tenemos derecho a defendernos y protegernos, por eso soy de las que piensa que si alguien viene a hacerme daño aprovechando que me ha visto salir a correr sola a las 20:00 de la tarde voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que sea él quien sufra y no yo.
Productos de defensa personal
En nuestro país no son muchos los permitidos y de hecho el tema de usarlos entronca un poco con la ley, por eso tampoco es fácil comprarlos en tiendas españolas. Ahora bien, sí se pueden adquirir con facilidad en otras tiendas fuera de nuestro país, las más cercanas en Andorra. En esta tienda online de electrónica en Andorra podemos comprar defensas eléctricas, también conocidas como Taser, porras o bastones extensibles y spray gas pimienta.
Lógicamente no es cómodo para nadie llevar algo así en el bolso, así que todos aquellos que digan que quien lo lleva lo hace porque le gusta o porque va provocando puede meterse las palabras por donde le quepan, quien lleva algo así es porque tiene miedo y si llega el punto de tener que usarlo creo que es bastante comprensible que prefiera pagar la multa o la pena por tener que darle una descarga a su violador antes que tener que pasar por un trauma como lo es todas las situaciones que estamos contando. Yo misma prefiero pagar el dinero que haga falta antes de que alguien pueda hacerme lo que se le ha hecho a otras mujeres como Diana Queer, la víctima de la manada y otros muchísimos nombres que aparecen en los diarios cada año.
Clases de defensa personal
Otra cosa que podemos hacer, aunque aquí ya entra en juego el tema “tiempo” es apuntarnos a clases de defensa personal. No están muy extendidas en nuestro país pero creo que es algo que se debería impartir, al menos durante un mes, en el instituto, en clase de educación física por ejemplo, a todos los alumnos. Tanto ellos como ellas deben aprender a defenderse de un posible atacante, así que no veo nada de malo en que sean los centros docentes quienes les enseñen a hacerlo.
No sé si todo el mundo conoce lo que son realmente las clases de defensa personal pero antes de que alguien me diga que si hacemos eso estaremos enseñando a los niños y niñas a pegarse explicaré lo que son exactamente.
En Defensa Personal no se enseña karate, ni judo, ni lucha libre, se enseñan una serie de habilidades técnico-tácticas encaminadas a impedir una agresión. Es autoprotección y seguridad personal, y su finalidad ni siquiera es dañar al oponente, sino despistarlo y aturdirlo para que la víctima tenga tiempo de huir.
Por ejemplo, en Defensa Personal se muestra qué movimientos se ha de hacer si alguien te agarra por la espalda para poder librarte de esa persona, se enseña qué movimiento de brazo puedes hacer para acabar retorciendo el de tu atacante si intenta inmovilizarte ambos brazos con el fin de que te suelte y puedas huir, se enseñan algunos golpes que pueden suponer tu supervivencia y si a consecuencia de ellos el atacante sufre algún dolor es solo el efecto secundario de tu objetivo principal: huir.
En Bionx estamos a favor de educar por encima de todo, pero también estamos a favor de la defensa personal y de lo que eso conlleva. Defiéndete siempre, nunca se lo pongas fácil.