Cuando se produce el nacimiento de un bebé, en el hogar familiar se crea un momento muy esperado lleno de felicidad, ilusión, sueños, nuevas ideas, expectativas o esperanzas, pero no por deseado, esperado e ilusionante que sea el momento, deja de traer también con él nuevas complicaciones y responsabilidades en el día a día de sus padres. Y es que ya sea por su falta de experiencia en los cuidados de un recién nacido, por el ajuste de horarios en el caso de que los padres sean ambos trabajadores, el planteamiento de quién cuidará al bebé cuando finalice la baja por maternidad y haya que reincorporarse de nuevo a la rutina del trabajo, por el tipo de educación que se le ha de proporcionar, las normas que han de regir la nueva unidad familiar o las pautas que ha de seguir la alimentación de este nuevo miembro de la familia.
Los pilares de una alimentación sana y saludable se asientan en la edad infantil, los niños deben aprender cuál es la mejor forma de alimentarse y dado que son imitadores de los comportamientos de los padres, son estos con sus costumbres y hábitos alimenticios quienes deben servir de modelo a imitar. Este modelo de alimentación que se consume en el domicilio familiar es fundamental para su aprendizaje, si bien cada vez tiene mayor incidencia por el alto porcentaje de niños que comen en el comedor escolar, que los menús escolares están diseñados y supervisados por un endocrino o un dietista, un profesional en el tema, con el objetivo de que los niños aprendan hábitos en la escuela que luego puedan mantener en su casa.
Es fundamental que la alimentación infantil, al igual que la de los adultos, sea variada, que aporte nutrientes al organismo que beneficien tanto el desarrollo físico como el intelectual, pues un niño bien alimentado será un niño fuerte y sano, tendrá un mayor rendimiento en la escuela y una menor posibilidad de que en el futuro desarrolle obesidad, alguna enfermedad vinculada a la diabetes tipo 2 o enfermedades de tipo cardiovascular. Por todo ello es esencial que en la alimentación infantil estén presentes alimentos como:
- Lácteos. Importantes en el desarrollo y fortalecimiento de los huesos, ya que aportan proteínas de alta calidad y gran cantidad de vitamina D, además de otros muchos nutrientes esenciales para el organismo. A este grupo pertenece la leche, los yogures, el queso…
- Frutas y verduras. Los especialistas nos indican que se deben consumir, como mínimo, dos o tres piezas de fruta al día, del mismo modo que los menús deben contar con algún tipo de verdura en su elaboración. Es frecuente que los niños sean reacios al consumo de verduras, por lo que para evitar su rechazo debemos probar a disfrazarla mediante purés, cremas, o incluso presentándola en la mesa cortada con formas originales.
- Carnes y pescados. Ambos alimentos aportan las proteínas necesarias al organismo para la formación de los músculos, además de ser ricos en vitaminas, sobre todo del grupo B y minerales como potasio, fosforo, zinc…
- Ricos en proteínas, lípidos y minerales, tienen un bajo aporte calórico.
- Pan y cereales: desempeñan un papel importante en la ingesta de fibra.
- Frutos secos: Son una fuente importantísima de proteínas vegetales, fibra y minerales, tales como magnesio, potasio, calcio, selenio, cobre, cinc…
- Pasta: Si hay un plato que prácticamente a todos los niños les encanta es la pasta. Su principal aporte son hidratos de carbono y fibra.
Otro importante hábito que se debe incluir en la etapa infantil son las revisiones periódicas al dentista. Los especialistas recomiendan que la primera visita al dentista se realice durante el primer año de vida tal y como nos recuerdan desde las Clínicas dentales Dres. Peso Navarro. Y es que ellos, junto con su equipo, saben lo fundamental que es la educación bucodental en los más jóvenes para que su boca crezca sana y es que esta es la que le acompañará toda la vida.
¿Qué ocurre en la primera visita al odontopediatra?
En esta primera visita al odontopediatra este nos informará y guiará a los padres sobre los primeros hábitos de higiene bucodental del bebé y la manera de masajear las encías para proporcionar un alivio al bebé cuando comience la erupción dental. Esta primera visita también es importante para evaluar si pudiesen existir problemas de erupción dental o mordida, así como descartar o detectar si existe cualquier otro tipo de problema que si se trata en esta etapa infantil evitará alteraciones posteriores o tratamientos que podrían ser más largos y traumáticos.