Una herencia suele representar una situación compleja. Poco tiempo después de haber fallecido un ser querido, se procede a la distribución de sus bienes. En estos casos, para que el reparto se haga equitativamente, respectando los derechos de los herederos, o para hacer prevalecer la voluntad del difunto, el papel de un abogado es crucial. Con ello se consigue que el proceso se realice con normalidad.
Comenta el abogado Don Francisco Cano Carrera, director de F.C.C. Abogados, un bufete de Barcelona con una dilatada experiencia en materia de derecho patrimonial y gestión de herencias, que la clave en esta parte del derecho está en el servicio personalizado y en no dejar nada al azar.
Aunque el derecho sucesorio está bastante regulado y existen una serie de rasgos comunes en la mayoría de las herencias, debemos partir de que cada herencia es única. Es necesario analizar la situación concreta de cada caso para aplicar la ley y que la herencia se ejecute de una forma justa.
Por otro lado, a pesar de lo dramático de los hechos, la vida sigue. La familia debe preocuparse de lo que realmente importa. Seguir con sus vidas, al tiempo que se recuerda con cariño al ser querido. Sin embargo, una herencia entraña todo un conjunto de trámites y obligaciones, algunos de ellos complejos, que deben ser abordados correctamente. Esto incluye el aspecto jurídico, económico y tributario.
La cabeza de los familiares no está en esos momentos para hacerse cargo de todo. En algunas de estas gestiones, por su complejidad, se requiere la asistencia de un abogado.
Veamos más detenidamente qué importante es el papel de este profesional en la ejecución de una herencia.
El testamento.
Dice la web Economipedia que el testamento es un acto documental, formal, unilateral y solemne en el que una persona viva, en plena posesión de sus facultades mentales, manifiesta su voluntad sobre cómo se dispondrá de sus bienes tras su muerte.
El testamento debe ser válido y cumplir con ciertos requisitos legales. Para empezar, el testamentario debe ser mayor de 14 años y no haber sido incapacitado por sentencia judicial firme o bajo alguno de los supuestos previstos en la ley. Si el firmante del testamento es menor de 18 años, el documento debe contar con la autorización de su tutor legal.
Para que coja fuerza es recomendable que el testamento sea consignado ante notario, aunque no es condición imprescindible. Existen algunos testamentos que son abiertos. Esto significa que se pueden modificar con el testamentario en vida. Para ello es necesario que el documento refleje esta característica de forma expresa. En otras situaciones, el fallecido puede haber redactado varios testamentos. En tal caso, tendrá prevalencia el último que ha sido escrito. En muchos fallecimientos, ni tan siquiera existe testamento.
El papel del abogado en la lectura del testamento es fundamental para garantizar una interpretación clara y legal de las disposiciones del fallecido. Durante este proceso, el abogado trabaja en estrecha colaboración con los herederos, explicando detalladamente las cláusulas testamentarias y asegurándose de que se comprendan correctamente.
En el caso de que no exista un testamento escrito, el abogado desempeña un papel crucial al guiar a los herederos a través del proceso de sucesión intestada. En estas situaciones, la ley establece cómo se distribuirán los bienes entre los herederos legales. El abogado se encarga de explicar este marco legal, así como de facilitar la distribución equitativa de los bienes.
En ambos escenarios, la presencia del abogado aporta claridad y evita posibles conflictos entre los herederos. Su conocimiento jurídico permite abordar cuestiones específicas, como la validez de cláusulas testamentarias, la identificación de herederos legales en ausencia de testamento, y la aplicación de las leyes de sucesión correspondientes.
En la lectura del testamento, el abogado no solo se encarga de la interpretación, sino que también puede asesorar sobre posibles implicaciones fiscales y resolver dudas sobre las disposiciones testamentarias. Su objetivo es facilitar un proceso transparente y garantizar que se cumplan los deseos del fallecido de manera legal.
Resolución de conflictos entre herederos.
Una situación que puede aparecer en la ejecución de una herencia es la aparición de roces y conflictos entre los herederos. Aquí el abogado desempeña un papel de mediador, defendiendo los derechos de su cliente y asegurando una distribución de los bienes justa de acuerdo a la ley.
Estas son algunas situaciones que suelen dar lugar a conflictos entre los herederos:
- Distribución desigual de bienes:
Son disputas que surgen sobre la justa distribución de los bienes, especialmente cuando no hay claridad en el testamento. En este caso, el abogado analiza las disposiciones del testamento y las leyes sucesorias aplicables. Proporciona asesoramiento sobre la equidad en la distribución y busca soluciones que cumplan con la legalidad.
- Interpretación del testamento:
Son desacuerdos sobre la interpretación de cláusulas testamentarias, especialmente cuando estas son ambiguas o contradictorias. Aquí el abogado examina cuidadosamente el texto, aclarando cualquier ambigüedad. Proporciona orientación legal para una interpretación correcta y, si es necesario, puede buscar la intervención de un tribunal.
- Gestión de la herencia:
Estos son conflictos que surgen sobre cómo gestionar y administrar los bienes de la herencia, como propiedades o inversiones. El abogado debe abordar las preocupaciones de los herederos, sugerir enfoques que maximicen el beneficio colectivo y hacer que prevalezca la ley. Puede mediar entre las partes y, si es necesario, proponer soluciones legales.
- Reclamaciones de herederos excluidos:
Estas son posibles reclamaciones de herederos excluidos o desfavorecidos en el testamento. El abogado analiza la validez de las reclamaciones, considera la legalidad de las exclusiones y busca soluciones que respeten la voluntad del fallecido dentro del marco legal.
- Impugnación del testamento:
Son cuestionamientos sobre la validez del testamento, como la presunta coacción o incapacidad mental del testador. El abogado investigará las circunstancias que rodean la redacción del testamento, recopilará pruebas y, si es necesario, podrá guiar el proceso de impugnación ante un tribunal.
Pago de impuestos.
La aceptación de una herencia va unida a la ejecución de determinadas obligaciones tributarias. De estos impuestos, el más conocido es el impuesto de sucesiones.
La web del banco B.B.V.A. señala que el impuesto de sucesiones es un gravamen fiscal que se aplica sobre el incremento patrimonial que experimenta una persona a consecuencia de la ejecución de una herencia. También es aplicable en las donaciones producidas inter vivos.
En España, la regulación de este impuesto corresponde a las comunidades autónomas, las cuales establecen los baremos y tipos impositivos sobre los que se aplica. Además, sus consejerías de hacienda son las encargadas de recaudarlo.
A pesar de las diferencias que pueda haber entre una comunidad autónoma u otra, en todos los casos el impuesto es progresivo; es decir, a mayor cuantía heredada, mayor es el porcentaje impositivo. Es un impuesto personal, lo paga quien recibe la herencia, y es un impuesto directo, como el I.R.P.F.
El pago del impuesto se efectúa mediante pago único sobre el valor de los bienes heredados y en un plazo máximo de 6 meses desde el fallecimiento del antiguo propietario. Si existe un testamento, es el propio documento el que determina los herederos y los bienes heredados, los cuales deben tasarse según su valor en el mercado.
En ausencia de testamento, se aplica la orden de sucesión entre hijos, descendientes, ascendientes, cónyuge y hermanos, tal y como establece la ley.
En caso de que la herencia incluya un bien inmueble, se suele pagar además el impuesto de plusvalía, que también se efectúa en un pago único.
Aunque todo esto es materia fiscal, es conveniente contar con el asesoramiento de un abogado para conocer con exactitud qué impuestos debemos pagar y cómo tramitar el pago.
Proceso de ejecución de la herencia.
En el proceso de sucesión, que implica la gestión y distribución de una herencia, contar con la asesoría de un abogado desde el principio es esencial para garantizar una transición legal y sin contratiempos. Desde la confirmación del fallecimiento hasta la completa distribución de los bienes, el abogado desempeña un papel importante en varios campos.
En una primera etapa, el abogado guía a los herederos en la recolección y análisis de la documentación necesaria, incluyendo el testamento, certificados de defunción y títulos de propiedad. Luego, inicia el proceso de sucesión, presentando la documentación ante el tribunal correspondiente y asegurándose de que todos los procedimientos cumplan con las normativas legales.
Durante la fase de inventario y valoración de bienes, el abogado colabora con peritos y profesionales para evaluar adecuadamente los activos del patrimonio. Este análisis es fundamental para determinar la distribución equitativa y puede incluir propiedades, cuentas bancarias, inversiones y otros activos.
El abogado también juega un papel central en la liquidación de deudas y el pago de impuestos asociados a la herencia. Su conocimiento legal permite maximizar la eficiencia fiscal y garantizar que todas las obligaciones financieras sean cumplidas conforme a la legislación vigente.
En todos estos pasos es clave la presencia de un abogado. Puede haber determinadas herencias que supongan casos excepcionales. Lo que hemos visto en este artículo es la situación más habitual. De todos modos, contar con la asesoría de un abogado nos permitirá realizar una gestión de la herencia legal y sin contratiempos.