Debido a la crisis generalizada de los últimos años, así como a los elevados precios de la vivienda, sumados a los bajos ingresos de la población española; cada vez es más complicado que los jóvenes alcancen económicamente para comprar una casa o un piso. El mercado laboral es muy movedizo y, a pesar de que las generaciones actuales están más preparadas que nunca, no tienen seguridad sobre su futuro, así que no pueden saber dónde estarán residiendo, ni si tendrán la estabilidad económica suficiente para mantenerse. Entre tanta incertidumbre, son pocos los que se plantean comprarse una casa y es totalmente comprensible.
No obstante, durante el pasado año de 2022, según los datos aportados por el portal Fotocasa life, un 25% de los jóvenes se planteaba buscar una vivienda para comprar, a diferencia del año anterior, cuando solo un 18% se lo estaba pensando, lo que ha seguido en alza durante el 2023. Aún así, son unas cifras realmente bajas. ¿Te gustaría ser propietario/a, pero lo ves imposible? No pierdas la esperanza. En este texto queremos hablar sobre algunas cuestiones que deberías tener en cuenta para no errar en tu decisión.
Reflexiona sobre si tu estilo de vida encaja en el hecho de comprar una vivienda en este momento
Aunque comprar una vivienda puede ayudar a encontrar una estabilidad relativa, no todo el mundo tiene los mismos deseos. El hecho de ser propietario/a de una casa, condiciona bastante a las personas a la hora de proyectar un futuro a largo plazo, y es posible que, tal vez, tu estilo de vida no encaje con esto. Si eres joven –o no tan joven– es normal que quieras viajar y vivir en distintos lugares, así que, tal vez, todavía no sea el momento de estabilizarte en algún sitio o, simplemente, todavía no sepas cuál es tu sitio. Si es así, no tengas prisa, ya que se trata de una gran inversión y has de estar seguro/a. No lo hagas por presión.
En caso contrario, si consideras que te haría más feliz tener un lugar asegurado en el que vivir, puedes empezar a plantearte el hecho de ahorrar para comprar un piso.
Baraja distintas posibilidades de viviendas
Como ya imaginarás hay distintos tipos de viviendas y no todas tienen el mismo precio. Variará mucho dependiendo de si es un apartamento, casa unifamiliar, adosada, dúplex, ático, chalet, casa de campo, etc. Pero también del estado en el que se encuentre: puede ser nueva, amueblada, de segunda mano, sin amueblar, en construcción o puede que necesite una gran restauración. El experto Antonio Camacho recuerda que “si estás buscando vivienda, uno de los aspectos importantes que debes tener en cuenta es el estado en el que se encuentra el edificio, ya que, si requiere de una intervención muy elevada, tendrás que contar con la inversión económica que esto supone; así que deberás hacer un buen estudio del presupuesto antes de lanzarte».
Asimismo, el precio de la vivienda también variará dependiendo del lugar en el que esté situada. Hay áreas concretas en las que hay más escasez de pisos o casas, sobre todo en las grandes ciudades masificadas, por lo que el precio sube. En cambio, en las áreas rurales o con menos densidad de habitantes, resultará mucho más económico.
Si la elección de tu vivienda está condicionada por tus necesidades de permanecer en un lugar concreto, no tendrás más remedio que buscar la mejor opción en esa ciudad o municipio. Sin embargo, si tienes total libertad, plantéate cambiar de aires, investiga lugares que te resulten atractivos, y agradables y busca hasta que encuentres la localización y el edificio de tus sueños.
Define un plan de ahorro realista, pero no te obsesiones
Una vez tengas claro el tipo de vivienda que quieres adquirir y el lugar, estudia cuánto dinero necesitas para proceder a su compra. Es importante que no te obsesiones con lograrlo cuanto antes ya que estas cosas no son inmediatas. Tómatelo con calma y ten siempre presente que no se puede comprar un piso de un día para otro. Piensa bien cuál es tu situación económica y qué acciones deberás tomar para empezar a ahorrar. Siempre ayuda tener una cuenta bancaria separada solo para eso, pero por mucho que ahorres, si tu empleo no te da mucho margen, es probable que necesites buscar una forma de ingresar más dinero. Aunque deberás centrarte en el trabajo, es importante que no dejes tu vida a un lado solo por comprarte una casa en la juventud. El tiempo que inviertes en esto no se puede recuperar.
Investiga sobre financiamientos y opciones de compra
Existen varias posibilidades para afrontar la compra de una vivienda. Lo más eficaz siempre es la compra al contado, que consiste en pagar el precio total de un golpe, evitando intereses y costos adicionales, pero es, tal vez, la más complicada, ya que requiere de un plan de ahorro más estricto al tener que disponer de una gran liquidez. También está la hipoteca, que es muy común y supone un procedimiento de compra gradual a través de un pago mensual. Desgraciadamente, no todos los jóvenes tienen esta oportunidad, y dependerá de si los propietarios están de acuerdo y confían en que puedas pagarlo. Estas son las opciones más frecuentes pero, además, también puedes recurrir al préstamo bancario si te lo conceden; el financiamiento interno de un promotor; o comprar un inmueble junto con otras personas para repartir los gastos. Investiga que es lo que mejor se adapta a tu situación.
Ve despacio con la restauración (si se necesita)
Si te has comprado un inmueble que necesita de una restauración muy grande, es posible que tengas que invertir mucho más dinero, además del que te ha supuesto adquirir el terreno y el edificio. La casa ya es tuya, así que ahora puedes tomarte la restauración con calma. Te recomendamos que, en el primer momento, inviertas en las cosas básicas para habitar como: la seguridad de la estructura, la cocina, o el baño. Sin embargo, en lo que refiere a los muebles y decoración, puedes optar por diversas opciones como fabricar tú mismo los muebles con materiales reciclados, o estar atento a las ofertas que se presentan e ir poco a poco llenando tu casa con objetos hasta convertirla en un hogar acogedor.
¡Mucha suerte!