¿Qué clase de personas pensáis que cuidan más de su aspecto físico? ¿Los jóvenes o los no tan jóvenes? ¿Los hombres o las mujeres? ¿Los españoles estamos entre los que más o no? Son muchos interrogantes que merecen que alguien les dé respuesta. Y eso es lo que vamos a intentar tratar en los párrafos que siguen. Desde luego, y para empezar, a nadie debería parecerle extraño que, en términos generales, estemos intentando cuidar más de nuestro aspecto teniendo en cuenta que vivimos en la sociedad de la imagen. Y que eso nos condiciona a la hora de establecer nuestras preferencias.
Uno de los asuntos que vamos a utilizar para medir esta cuestión consiste en saber qué tipo de población va más al dentista. Como ya os hemos comentado en otras ocasiones, la sonrisa es uno de los aspectos que más se tienen en cuenta a la hora de valorar cómo es nuestro aspecto físico y la cantidad de veces que acudimos a nuestro dentista es un modo eficaz de controlar si nos interesamos mucho o poco por mantener nuestra presencia tanto como deberíamos. Hay tantas maneras de cuidar de nuestra boca como personas, eso está claro.
Una noticia publicada en la página web de El Dentista Moderno indicaba que los jóvenes españoles acuden más al dentista que los mayores, lo que nos da una primera pista al respecto de quién cuida más de su belleza y apariencia en España. Ni que decir tiene que los jóvenes son, quizá, más conscientes que la gente más mayor a la hora de valorar esa importancia de la imagen y ese es uno de los motivos por los que van bastante más al dentista. No estaría de más, ahora que lo comentamos, que animáramos a nuestros mayores a cuidar un poco más de sus piezas dentales.
Por otra parte, el portal web Dentista en tu Ciudad informaba de que las mujeres suelen ir más al dentista que los hombres, de lo que se deduce que ellas tienen un mayor interés que los hombres en el cuidado de su estética y su belleza. Esto seguramente era lo esperado para muchas personas, pero hacían falta datos que lo evidenciaran. Y esta es una buena manera de conseguirlos, no cabe la menor duda. Desde luego, el cuidado de la estética dental es una de las opciones más fiables para apostar por nuestra belleza.
Son muchas las personas para las que el cuidado de su imagen depende, en buena medida, de la belleza de su sonrisa. De hecho, y en opinión de los profesionales de una entidad como la Policlínica Dental Tomares, la sonrisa ya se ha convertido en la principal razón para apostar por la imagen de cada cual. Es lo que reflejan los datos que se vienen registrando en negocios de este tipo desde hace varios años. Hablamos de una tendencia que todavía tiene margen de mejora.
Cuando la belleza y la salud van de la mano
Una de las principales ventajas en lo que tiene que ver con todo lo que hemos venido comentando es que nos permite matar dos pájaros de un tiro. Cuidar de la belleza es cuidar, al mismo tiempo, de nuestra salud. Por eso, tener esto en consideración solo nos generará ventajas para nuestro cuerpo y, por ende, para nuestra vida. Debemos aprovechar esa tesitura y conseguir avances de este modo para conquistar esa felicidad que algunas veces nos es esquiva pero que tenemos muchas maneras de conseguir.
Hay que seguir trabajando para hacer que cada día más personas tengan constancia de que la salud y la belleza tienen mucho más que ver de lo que pueda llegar a pensarse. Estamos seguros de que, si la totalidad de la gente pudiera asociar una cosa a la otra, se incrementaría el interés que existe en la sociedad por conservar nuestra imagen. Desde luego, sería clave que esto pudiera ocurrir. No cabe la menor duda de que es uno de los grandes objetivos que nos queda por delante. Tenemos la sensación de que lo podemos llegar a cumplir más antes que después. El marketing o la publicidad nos ayudará a hacer el camino más fácil en este sentido.
La salud dental tiene una importancia que no es justamente valorada por muchas personas y que merece un reconocimiento. Es una de las ramas de nuestra salud que nos puede aportar un mayor bienestar porque impide que puedan aparecer problemas a la hora de comer o de beber, acciones que realizamos durante varias veces a lo largo de un solo día. Y eso, desde luego, hace que sea menos probable que tengamos una vida más complicada. Solo por eso, ya merece la pena intentarlo, ¿no creéis?