Durante muchos años hemos demonizado a las bolsas de plástico, es cierto que se trata del material que más daño hace al medio ambiente, pero también que con el paso de los años el sector se ha refinado. Ahora mismo ya podemos pensar en tener bolsas de plástico que no contaminan, eso sí, tienen que ser biodegradables.
Aún recuerdo cuando las cadenas de supermercados españoles comenzaron a cobrar a sus clientes las bolsas de la compra. Todos nos llevamos las manos a la cabeza. Pensábamos que era el fin del mundo, y posteriormente se ha comprobado cómo era tan sencillo como llevarla desde casa y usar las ecológicas. Es cierto que los efectos de esta medida entre los fabricantes y los consumidores fueron radicales. Hasta entonces, los principales establecimientos venían repartiendo de forma gratuita estas bolsas de un solo uso y eso contaminaba mucho. El resultado era una frecuencia de uso de una por cada cinco euros de compra, según datos de Asucova (Asociación de Supermercados de la Comunidad Valenciana), que al año suponía 13.500 millones de bolsas según datos de 2009 para el conjunto del país y 1.400 millones solo en la Comunidad Valenciana.
A partir de que se habló de la norma, las empresas de distribución del sector de la alimentación comenzaron a tomar medidas y prácticamente al mismo tiempo apostaron por cobrar este tipo de bolsas e introducen alternativas a éstas también previo pago. Entre estas alternativas, el plástico se ha posicionado como prácticamente la única opción, eso sí en otros tipos de formatos o material, bien bolsas reutilizables de plástico, bolsas reutilizables de rafia y las bolsas biodegradables.
Años después de la puesta en marcha de esta medida, el impacto en los consumidores y en los fabricantes de bolsas de un solo uso evidente: cada comprador utiliza una bolsa por cada 15 ó 20 euros de compra. Según Asucova, la reducción en el consumo de este tipo de bolsas ha sido del 80% de media, una cifra en la que coinciden los principales fabricantes, y que evidencia un uso más racional de las bolsas, pero al mismo tiempo un importante descenso en las ventas para éstos. Y estoy seguro que el cambio no ha sido tan radical. Muchas veces cuando hablamos de nuevas medidas y normas en términos de medio ambiente nos dejamos llevar sin analizar y pensar. Estoy seguro de que si analizáramos cada medida nos daríamos cuenta de que todo es más sencillo de lo que parece.
Esto se ha conseguido gracias al empeño de muchas empresas que siguen pensando en verde. Y ahora más que nunca. Hoy llamamos a la puerta de Plásticos Genil, una empresa que está especializada en la fabricación y comercialización de bolsas de plástico biodegradables y compostables, idóneas para el comercio por su resistencia, flexibilidad y comodidad.
Estas bolsas de plástico para comercio, biodegradables, baratas y de primera calidad, son fabricadas con materias primas procedentes del almidón de maíz o de patata, bajo unos estrictos estándares de calidad que cumplen con la normativa EN 13432 que regula las bolsas biodegradables compostables. En todas estas bolsas de plástico biodegradables para farmacia y comercio aparecen claramente impresos, según las exigencias de la norma, los logotipos que la identifiquen como fabricada con materiales biodegradables compostables, los logos de la entidad certificadora que ha auditado el material del fabricante de la bolsa de plástico como material biodegradable compostable y el número de certificado del fabricante.
Además, estas bolsas biodegradables para comercio están certificadas por la Firma Vincotte y en Andalucía están exentas, junto las bolsas reutilizables, del pago de la tasa a la bolsa. Por lo cual quiere decir que se tratan de unas bolsas que cuentan con todo tipo de confianza.
El plástico
El plástico es un material inerte, que no emite materias tóxicas y que es reciclable al 100%. En su uso en forma de bolsa de la compra es mucho más ligero que otros materiales como el papel y también más resistente al soportar 2.000 veces su propio peso, además de sus características de impermeabilidad. En el caso de las bolsas de rafia se deberían hacer al menos once usos, mientras las de papel tres veces.
Para terminar, te recomendamos que uses la bolsa de plástico tradicional reutilizable, está fabricada con polietileno como las de un solo uso, incluye en su composición al menos un 15% de material reciclado, emplea tintas no tóxicas, es 100% reciclable y en su elaboración se utiliza menos agua y se emite menos CO2 que para fabricar las tradicionales bolsas de un solo uso. ¿A que todo es mucho más sencillo así?