La autoestima y la belleza son cuestiones que están mucho más ligadas que lo que solemos pensar. De hecho, sin la primera, una persona tendrá serias dificultades para reconocer en sí misma la segunda. Es algo que venimos observando desde hace mucho tiempo y que se repite de una manera habitual entre la población, especialmente entre la población femenina, que por desgracia está sujeta a una buena cantidad de estereotipos y etiquetas de las que no se puede liberar fácilmente. Y esto, la verdad, no es para nada justo.
Sentirse bello o bella es un derecho de todas las personas y tenemos que procurar, en la medida de lo posible, que todo el mundo considere que lo es de verdad. Las consecuencias psicológicas derivadas de las personas a las que se recuerda una y otra vez que no lo son terminan siendo de lo más perjudiciales para su salud mental. Y la verdad es que no ponemos todos los medios que deberíamos para tratar de prevenir este tipo de situaciones. Desde luego, está claro que podríamos hacer más. Mucho más.
Un artículo que fue publicado en la página web de la cadena de televisión Telecinco asegura que la belleza es un estado de ánimo que depende de la autoestima. El problema viene más por la segunda que por la primera. Es decir, el problema no es que seamos más o menos bellas. El problema es que, en muchas ocasiones, no somos capaces de ver en nosotros o nosotras mismas la belleza exterior que se desprende de nuestro cuerpo. Y esto es lo que los psicólogos y las psicólogas han de hacer ver en todas y cada una de las personas que acuden hasta sus consultas.
Otro artículo relacionado con el asunto, en este caso publicado en la página web La Mente es Maravillosa, manifestaba que la belleza no es sino una actitud y que esa belleza, sin aspectos como lo puede ser el carisma, se queda coja. Y eso es algo que todas las personas tenemos que tener en cuenta a la hora de valorar si se consideran a sí mismas bellas o no. Es tarea de los y las profesionales de la psique humana que eso quede claro del primero al último de sus pacientes, algo por lo que, desde luego, todos apuestan.
La belleza está en la mente. Esta certeza la tenemos que tener todos en la cabeza a la hora de valorar cómo de bellos o bellas somos. Tenemos que ponernos delante del espejo y decir de una manera segura y convencida que somos bellos. De lo contrario, tendremos problemas de autoestima, problemas que siempre son peligrosos para nosotros. Por desgracia, este tipo de problemas es bastante habitual en los tiempos que corren. Eso es lo que nos ha comentado de manera reciente el doctor Hernández, principal responsable de Psiquiatra Dr. Hernández, una entidad que, tal y como él mismo nos ha comentado, cada día contribuye a garantizar y a luchar por la salud mental de las personas y para que cada una de ellas se sienta bella y especial.
Una labor de primera necesidad
Tener una falta de autoestima es, como hemos comentado, uno de los problemas de principal importancia en el desarrollo de la vida de una persona. Esto afecta a prácticamente todo lo que tiene que ver con nuestra vida: nos impide cultivar nuestras relaciones sociales, nos impide mostrarnos seguros en una entrevista de trabajo y nos impide educar a nuestros hijos e hijas de una manera eficaz y solvente. Este es el motivo por el que hay que dejar la falta de autoestima de lado y empezar a valorarnos, que ya es hora de hacerlo.
El vernos más feos o feas delante del espejo es lo más perjudicial a la hora de conseguir una buena y potente autoestima. Por eso hay que quitarnos esa mentalidad de la cabeza y vernos bien independientemente de que seamos rubios, morenas, más delgados o vayamos más o menos veces a la semana al gimnasio. Tener esto claro es fundamental. Y si ya nos quitamos la manía de valorar a la gente por su físico, mejor que mejor.
Es evidente que todo lo que estamos comentando no es fácil ni mucho menos y que depende de que a cada persona le atienda un profesional competente. Pero podemos avanzar como sociedad para que nadie se vea limitado en sus posibilidades o atentado en lo que respecta a su autoestima por tener unas condiciones físicas diferentes a las de otras personas. No hay nada más injusto que eso. Y por eso tenemos que eliminarlo de raiz. Eso exige la colaboración de todos y de todas. También la tuya es necesaria.