
Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha recurrido a la joyería no solo como adorno o signo de estatus, sino como una manifestación tangible de sus creencias más profundas. Entre las múltiples formas de ornamentación, la joyería religiosa destaca por su capacidad de unir lo espiritual con lo material, lo simbólico con lo estético, y lo personal con lo colectivo. En